jueves, 10 de enero de 2013

Cuando los Jabalies sueñan

 
 
 
 


Mientras otros sueñan con naderías, los jabalíes se sumen en sus más profundos sueños, se trasladan a parajes inhóspitos, inimaginables para la mayoría de los hombres, por eso os los intentaré describir, sus sueños son:

Extensas dehesas alfombradas por praderas verdes repletas de manjares de bellotas, raíces, trufas... dehesas custodiadas por encinas centenarias y surcadas por los cristalinos arroyos de agua fresca y tibia en la que los berracos cada noche se enamoran de la luna reflejada del mismo color que sus poderosas navajas...

Trepidantes y calurosas sierras solanas, pobladas por los pegajosos jarales y presumidas matas de espino que las embadurnan de ese olor hospitalario que no solo ellos aprecian. Estas sierras repletas de jóvenes y lozanas hembras dispuestas a perpetuar la especie y engrandecer la casta...

Barrancos profundos y hendidos en la rojiza tierra, en los cuales los jóvenes machos están esperando ansiosos la época de celo para aprender al ser vencidos en batalla con los viejos y solitarios jabalíes dominantes, barrancos donde los lodazales curan cualquier herida y las numerosas clases de setas quitan el hambre...

Umbrías gélidas y confortables protegidas de los vientos y del sol por los resinosos pinos, en las que cazadores y perros aguardan al jabalí para darle caza, sin saber que la autentica presa ahí adentro son ellos, ya que la manada junta, siempre pelea unida, cae unida y se levanta unida...

Páramos desérticos en los que apenas habitan las sombras, empantanados por el agua y el lodo, donde los jabalíes se retiran a recibir tregua y encontrarse a si mismos en soledad, solamente acompañados por su sombra, a la que cada noche abandonan para estar solos...

Cumbres nevadas azotadas por las ventiscas y los vientos heladores, desde donde los jabalíes observan la inmensidad de sus dominios, donde en silencio y con orgullo engrandecen sus espíritus, donde sienten la superioridad de su casta y la fuerza de sus manadas...

Porque lectores, se es jabalí hasta soñando, porque cada jabalí es hermano del otro, hermanos de una misma madre: la manada. Duerman bien, pero sobretodo no se olviden de probar a soñar como jabalíes.

Jacobo J.

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